Bueno, lo dejo por hoy; está claro que mi mente deriva hacia la ciencia ficción y esto se supone que es una bitácora. Por cierto, la rubia que se parece a mi abuela cuando era joven es la tía Cecilia que en paso fugaz por esta capital. Nos fuimos a dar un paseo pero el sol nos destrozó porque no teníamos esas sombrillitas tan lindas como la de esa señora. Lástima que Camila no me posó.
30 de junio de 2011
Haceme un posado
Cuando la ví la deseé. Iba a paso lento con su sombrilla china de tela blanca y dragón de mí, la adelanté y organicé un posado al que Camila asistió de nucas y apuntando con el pulgar del pié hacia el sol de forma casi marcial. La señora, temió haber entorpecido mi foto y yo, zalamero, le dije que lejos de ello, la había equilibrado aportando donaire y tradición oriental a la vez. La señora creyó que la estaba insultando y empezó a gritar y llamar a voces: ladrones, al ladrón!. El portero, que estaba sacando las basuras de nuestro edificio vino presto a ayudar y terminó llevándose varios sombrillazos que le dejaron una fea escocedura en la mejilla con forma de hoja de loto.
El increíble ataque del bebé tatuado babeador
La idea de tatuarle un hombro a su hermanita como frase, me exime de decir quién fue quién ya que el sujeto se cae de maduro y el predicador se fue a dar el sermón a otro lado. La niña cayó sobre su hermano como un antivampiro de baba; un raro ser que en vez de chupar escupe; y no sangre; antes que ello, su brillante baba. Cual caracol y aún menos móvil que éstos, Camila aterrizó sobre el ojo y la frente de Oliver y se los chupó, babeó y abrillantó como se intuye sin necesidad de mi guía por esta imágen.
Actitudes suicidas y otros recuerdos
Aunque no está en edad de probar el chocolate, Camila decidió tentar a los demonios de las (como se llamaban?...) demostrando empíricamente que no es alérgica al chocolate. Parece haberlo respirado también, o quizás sólo sea un moco marrón lo que le cuelga del caño izquierdo de la nariz. Mira hacia abajo; -no con respeto a un mayor que le admoniza- sino con clara actitud de estar buscando un cuchillo para apuñalarse como forma de protesta fútil ante la arbitraria extracción de la galleta de chocolate de sus fauces bidentadas. Esa misma tarde había conseguido hacerse con un cuchillo que le fué quitado en el mismo momento en que decidía que era alguna clase de chupete nuevo que tenía que probar. Así, entre sobresaltos y exacciones (quería poner esta palabra y no veía como hacerlo, llegó a mi cabeza y quería salir) los niños van creciendo y repartiendo amor y preocupaciones por igual hasta que un día tu, por ejemplo te mueres, y dejas de pensar en esas cosas. Vale, quitaría la última frase, pero lo cierto es que no pretendía + que recordar ese día en que la niña, al parecer feliz, decidió suicidarse, por probar. ESto es tremendo. Aunque no releí la entrada, cada vez se atruculenta más, y sólo porque no recuerdo aquella palabra y alargo escribiendo mientras trato de recordarla. Hagamos una cosa: dejémoslo aquí.
el señor de piel blanca & gafas negras es mi papá...
Iluminada por un rayo de sol; sentada en un corazón amarillo, investigando, explorando, haciendo sus cosas de bebé. Al fondo, y parcialmente moreno del cuello para arriba y reposando que no reposado, su amantísimo papá. Les debo la sonrisa, el calor, la fatiga, y un virus estival. Pasen a cobrar cuando quieran.
23 de junio de 2011
Teo y las cintas
Tras escalar ausente a la mirada de mi cámara, Teo procedió a colgarse las cintas de seguridad en los pasantes del cinturón de sus pantalones. Luego, se fue hacia las rejas que protegen el césped que vemos al fondo, y se aseguró a los hierros de tal manera que acabó atrapado y hube de liberarlo para que pudiera recuperar el libre albedrío de la movilidad. Finalmente, y ya ajeno a nuestro soft control, acabó colgándose de las cintas a las cadenas de un columpio, con consecuencias al parecer no físicamente comprometidas pero si notables en las costuras del pantalón. Luego, y en una inadmisible fiebre colectiva, todos los niños se ataban a palos o postes y yo, sinceramente, les hubiera dejado allí hasta mañana a los tres. Lo cierto es que no hubo casi conflictos y cuando los hubo, el nivel de hematocrito fluvial continuó en niveles bajos; queriendo significar esto, que la sangre no llegó a ningún río.
Escalador urbanita
Esta tarde nos fuimos con Chiki & los niños al parque Roma, donde hay una zona de escalada deportiva. Hicieron sus intentos y la verdad es que aireamos las cuerdas más que otra cosa, pero la tarde allí caía de una forma apacible y el paseo estuvo bien.
Feliz
Jugando con los cochecitos de su hermano, chupándolos y aplaudiendose a sí misma con los pies. Peligro de que un padre o una madre se la coman viva...
Armado & peligroso
Cuando comenzó a coleccionar espadas realmente no lo sé. Pero doy fe que las hay de láser, floretes, katanas, sables y algún puñal. Hace un par de semanas vino su prima a jugar a casa y salimos al parque. Entonces, decidió armarse e incluyó un tirachinas e iba por la calle a la voz de: cuidado, voy armado!
el incríble viaje al universo
Sigo colgando fotos de los dibujos de Oliver, a la vez que muchos pasan a disposición del reciclaje. Sus temas favoritos de los últimos tiempos se basan en volcanes, el universo, los esqueletos y el planeta tierra y su división política. Hace poco acabó un mapamundi que se lo guardaré de recuerdo para cuando sea mayor. Un detalle y un trabajo de enanos. En cuanto a la foto de éste, bueno, usando los títulos que el autor mismo coloca detrás y que en este caso titula la entrada del blog.
vista interior
Por obra y gracia de los rayos X podemos ver el interior de estos dos seres; el humano y el muñeco en su esplendor óseo.
De eskeletiam
El esqueletismo antropomórfico gráfico compulsivo, además de no existir previamente a esta entrada, es una clase de demencia menor que consiste en dedicar horas y horas de tu tiempo en reproducir la estructura ósea de los seres humanos. Aquí una de ellas, quizás de las + logradas y de las pocas que no han sido tachadas.
El chupete azul
Como muchas cosas de nuestra vida, el chupete azul es de aquellas que quedan registradas en una foto pero cuyo paradero actual es incierto aunque probable. En el caso de este objeto de succión infantil, asumo que acabó en algún basurero y ahora estarán disputándoselo entre ratas y gaviotas. Se perdió, y Marta me acusó duramente de ello, aunque unos minutos después salió ella con la niña y otro chupete y ese, también se perdió. La niña, al parecer los catapulta desde su posición usando algunas de las habilidades motoras adquiridas desde su nacimiento.
20 de junio de 2011
La pesca de la trucha & otros asuntos no relacionados
Ayer, Oliver se fue de excursión con nuestros amigos & vecinos y sus hijos; a un sitio indeterminado de la sierra madrileña, en las inmediaciones de la provincia de Segovia. Su regreso lleno de alegría y emoción, sumado a que era casi la hora de irse a la cama, impidió que pudiéramos obtener información para elaborar un reportaje que, de todas maneras, tampoco iba a escribir. Con todo, y atendiendo a mis necesidades táctiles comunicativas, antes que a las vuestras de recibirlas; diré que había un evidente arroyo lleno de truchas y salmónidos imaginarios que los infantes pescaron hasta reventar sus bolsas. Luego, vadearon el río entre cocodrilos y amebas, y se enfrentaron a la aventura del bosque de los unicornios sin cornio. O caballos, creo que también se les llama así..
Nosotros, en casa, aprovechamos para seguir los ritmos circadianos de la niña y sumergirnos en una piltra en el mismo instante en que ella rompía a dormir. Dos horas más tarde, y desde esa nube de ausencias que dan las siestas largas emergimos, más que despertamos y a ello doy gracias a los mencionados vecinos & amigos; y a sus niños claro. Todo salió muy bien.
Falta Teo, aunque no su mirada.
También, cabe la posibilidad de que Teo estuviera cagando fuera de plano y que la foto se hubiera realizado con el automático. Con todo, no parece ninguno de ellos estar recién llegado de pulsar el botón; me inclino por suponer que Teo estaba detrás de la cámara y por ello, sólo vemos su mirada. Su madre no miraría con esa ternura a un trípode, ni Chiki tendría esa cautelosa expresión de quien confía en que su hijo no tirará la cámara al suelo, ni tropezará con ella aparatosamente entre piedras afiladas que, con un simple repaso, podemos decir que no había. Menuda frase confusa. Pero bueno, tampoco tenía material real sobre este momento y me ví forzado a suponer; además a estas horas de la mañana ni medito, ni me edito. Es decir, ni pienso en lo que escribo y mucho menos lo corrijo.
Un caballo blanco
En el paseo de ayer, al parecer, Oliver se encontró con este caballo que amablemente accedió a bajar su cabeza para que ese pequeño niño le acariciara.
19 de junio de 2011
parque de atracciones
Hace algo + de un mes fuimos Oliver, Carlos, Leyre y el tío Victor al parque de atracciones. Esta foto estaba perdida en la memoria de la cámara de vídeo y vemos a los 3 primos en la mini caída libre. Héroes.
Al microscopio
Oliver acaba de llegar de un día en la sierra con sus amigos & vecinos Teo y Ada. Antes de meterle en la cama, Marta le dijo que le había echado de menos y le preguntó si el había pensado en ella. Oliver le dijo que no, que se lo había pasado tan bien, que incluso se hubiera quedado allí a dormir en una tienda.
Luego, hablando de un accidente que sufrió su amiga Ada durante el paseo -se cayó y se hizo un feo raspón en la rodilla- le pregunté que había pensado cuando vio esa herida. Y dijo:
"Lo que pensé cuando vi esa herida es que quería sacársela... ...para ponerla en el microscopio y verle todos los glóbulos rojos". Todavía tengo lágrimas de risa en los ojos; yo pensé que diría que quería sacarle la herida para que no le duela, o algo así de noble, pero la salida científica nos mató. Ponte buena Ada, y no te quites las costras!! Y cuidado con Oliver, está buscando glóbulos rojos para su microscopio.
Luego, hablando de un accidente que sufrió su amiga Ada durante el paseo -se cayó y se hizo un feo raspón en la rodilla- le pregunté que había pensado cuando vio esa herida. Y dijo:
"Lo que pensé cuando vi esa herida es que quería sacársela... ...para ponerla en el microscopio y verle todos los glóbulos rojos". Todavía tengo lágrimas de risa en los ojos; yo pensé que diría que quería sacarle la herida para que no le duela, o algo así de noble, pero la salida científica nos mató. Ponte buena Ada, y no te quites las costras!! Y cuidado con Oliver, está buscando glóbulos rojos para su microscopio.
8 de junio de 2011
Reflexiva & con chupete
Camila está atravesando una etapa de conocimiento interior de los procesos infecciosos. En las últimas semanas paseó por sus entrañas a bacterias y bacilos; microbios y virus que sus compañeros de guardería amablemente trajeron para compartir. Cuando pienso en los padres que envían a sus hijos enfermos a la guardería sin pensar en los demás, me gustaría esperarles en una esquina oscura y romperles las piernas con una barreta de hierro o un martillo de acero al cromo y al molibdeno también. De esa manera, podrían pasearse con sus hijos en sendos carritos; ya unos en sus sillitas infantiles; ya los otros en sillas de ruedas.
Por otro lado está el asunto del tocado de la bebé. Guapa, simpática & buenita.
Bailarines del barrio
Aquí encontré una foto de las pocas que pude hacer en la tarde de la actuación, y que además estaba enfocada.
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