20 de junio de 2011
Falta Teo, aunque no su mirada.
También, cabe la posibilidad de que Teo estuviera cagando fuera de plano y que la foto se hubiera realizado con el automático. Con todo, no parece ninguno de ellos estar recién llegado de pulsar el botón; me inclino por suponer que Teo estaba detrás de la cámara y por ello, sólo vemos su mirada. Su madre no miraría con esa ternura a un trípode, ni Chiki tendría esa cautelosa expresión de quien confía en que su hijo no tirará la cámara al suelo, ni tropezará con ella aparatosamente entre piedras afiladas que, con un simple repaso, podemos decir que no había. Menuda frase confusa. Pero bueno, tampoco tenía material real sobre este momento y me ví forzado a suponer; además a estas horas de la mañana ni medito, ni me edito. Es decir, ni pienso en lo que escribo y mucho menos lo corrijo.
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