La idea de tatuarle un hombro a su hermanita como frase, me exime de decir quién fue quién ya que el sujeto se cae de maduro y el predicador se fue a dar el sermón a otro lado. La niña cayó sobre su hermano como un antivampiro de baba; un raro ser que en vez de chupar escupe; y no sangre; antes que ello, su brillante baba. Cual caracol y aún menos móvil que éstos, Camila aterrizó sobre el ojo y la frente de Oliver y se los chupó, babeó y abrillantó como se intuye sin necesidad de mi guía por esta imágen.
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