7 de febrero de 2016

otoño con sandia y colegas

En algún momento no preciso de noviembre o diciembre, nos escapamos al parque del Pardo donde los niños acumularon una gran cantidad de hojas secas para hacer una cama donde lanzarse y coger polvo, cagadas de pájaros y ardillas, y restos inidentificables que no puedo numerar pero suponer. La perra, confusa y feliz, los ataca sin producir daños.



No hay comentarios: