17 de mayo de 2015

Muerte; entierro y posible resurrección del conejo zombi & otras aventuras de primos

Hace una semana atrás, estuvimos pasando la tarde en la cabaña de la sierra de Madrid. Allí estábamos en alegre reunión familiar cuando de pronto llegaron los niños afirmando que un pequeño conejo herido había entrado en el terreno. En realidad estaba agonizando por alguna herida interna debida al ataque de un perro o una bicicleta de montaña, y a los pocos minutos, falleció.
Los niños fueron testigos de este paso de la vida a la ausencia; y pronto organizaron un entierro civil, con lápida conmemorativa y ofrendas florales.
Tras ello, y con la alegre disposición de las almas cándidas para pasar página, todos nos fuimos a comer un asado donde no se incluyó conejo, ya por no estar en la bandeja de viandas; ya por respeto hacia el interfecto recién enterrado.










1 comentario:

Anónimo dijo...

Me has hecho reir con la entrada del conejo. Te quiero! Ahora me he dado cuenta como echaba de menos ver y leer novedades en nuestro blog.
Marta