17 de mayo de 2015

Los amantes de Teruel, y el torico que de tan chico ni salió...

Existe una animosa generalización respecto de Teruel, que consiste en afirmar que también existe; y a dicha verificación empírica nos lanzamos, cuando el viernes por la tarde bajo un invisible manto de insistente viento, salimos a caminar sus calles, trepar sus cuestas y descender las escaleras que no fotografié. Ni tampoco al torico, famoso de puro chiquitico que quizás esté en la cámara de algún otro miembro de la numerosa partida.

Nos fuimos a Teruel con Teo, Ada, Claudia, Terry & Chiqui; el plan era conocer Dinópolis y patear sus calles; lo hicimos; y de paso comprobamos que existe, sí; pero pilla a contramano y probablemente, no volveré.
Dicho esto, puedo afirmar que Dinópolis está bien; me gustó su museo y las reproducciones de dinosaurios; no tantos sus shows; unos por cutres y otros por breves pero el balance es + que positivo ya que los niños se fueron encantados. 












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