7 de enero de 2012

Sexto aniversario

Aunque mañana por la mañana me extenderé con cierta comodidad entre estas teclas, no quiero dejar pasar la oportunidad de entrarle a seis dedos a esta narración. Por la mañana de su sexto aniversario, Oliver no respetó sábados laborables, ni fiestas de guardar. Clareaba entre la bruma gris que encapucha esta capital de la crisis cuando el varón de la camada hacía aparición con dos noticias importantes. La primera, que el atrapa-sueños casero que le había confeccionado la noche anterior había funcionado (ver entrada no escrita aún, aparte) y que en efectiviwonder hoy es su cumpleaños. Un hecho calendario verificable con la sencilla presentación del libro de familia pero que en este caso no hizo falta aportar. Con el 75% de la casa enterada del asunto -la niña ignora cualquier cosa que no sea bob esponja, la teta y los guaguas- nos lanzamos a una loca búsqueda de regalos por toda la casa entre los que destacaron una lámpara de lava roja & un juego de arqueólogo para desenterrar los huesos de una T-rex del interior de un bloque de yeso rojo. Un trabajo arduo al que se dedicó buena parte de la mañana mientras nosotros agotábamos nuestras mermadas existencias en la elaboración y conquista de tartas, pizzas y otras chucherías domésticas de escaso valor testimonial. En la sala alquilada a los efectos se presentaron los queridos Teo & Ada; Carolina (Oliver dice que no tiene novia, pero que si la tuviera sería ella); Manuel, Ismael (su gran amigo del cole) Angel (lo eligió aunque no suele hablar mucho de él) y su amiga y protagonista de anteriores entradas de este blog llamada Claudia. Hubo juegos de pistas, piñatas, carreras e ingesta de sólidos y líquidos sin sentirme con fuerzas para describirlos salvo para agradecer a la Peka su tortilla que, a falta de una buena empanada de atún, dio el necesario toque hispánico que toda fiesta familiar exige casi por protocolo proletario (y esto, si es que existiera dicha cosa). A continuación, y sin más preámbulos os dejo esta galería de imágenes la mar de bonitas, tan dulces como un bocata de sugus con miel. Por cierto Oliver, me olvidaba de lo más importante. Estabas radiante de felicidad y nosotros, aunque ya lo sabes muy bien, te amamos todo como eres tú. Eres un chico sensacional y el mejor amigo pequeño que jamás he tenido.


Esperando para salir a escena...


Desenterrando fósiles de plástico -que está hecho con fósiles de verdad- (...?)


Los 8 fiesteros, el papá, la mamma, la hermana & la madrina.


Son dos amores; aunque a la de la nariz grande la tengo más vista, a la pequeña no le pierdo pista...


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