12 de diciembre de 2009
meneando la merienda & esperando a monsieur l´hiver
En los últimos días Oliver recuperó un hambre atroz, sacado de las entrañas de la bestia que habita en su interior. Así, cualquier materia sólida o friable es aceptada en su boca para masticación sin previo olfateo. Esto entusiasma a Madre y abuelos; a la vez que me sumo a la atónita visión del joven ora con mandarina, ora con biscocho; ya pidiendo macarrones, ya sugiriendo hacer la cena a las seis de la tarde.
Que tiene esto que ver con la foto? Pues, no mucho. Que las vueltas y vueltas y el mareo que pilló no fuero capaces de hacerle devolver nada de lo que había tragado. Esta en proceso de captación de energías para el breve invierno que se avecina. Se avecina?
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