10 de mayo de 2013
La sonrisa del escalador
Este enano rubio de 7 años, sonrisa de aljibe; triunfando en la roca y las alturas, nos acompañó en la primera salida de la temporada y por supuesto llevaba su sombrero (ver atrás y arriba, en la roca)
la jirafa y la jirafa
Hoy acompañé a la clase de Camila al zoológico; encargado de traer de vuelta a mi propia hija y a Miguel, quien para mi honor, volvió de una pieza y con casi todos los dientes... Los niños se divirtieron como locos en una pista de baile llena de láser; o como hormigas rojas ante el cadáver de un gato mediano abandonado a tres metros del nido. Bueno, quizás no sea la comparación adecuada para hacer en una entrada de animalitos. Lo cierto es que ya procesaré un pequeño y apasionante vídeo que lo explicará mejor. Bona nit.
Una tarde de huelga & escalada
Oliver haciendo su primera vía completa en una pared. Bueno, se hizo tres, el equivalente a subirse un edificio de 12 o 13 plantas. Y hoy, no tiene ni agujetas. Juventud, divino tesoro...
5 de mayo de 2013
La aventura de la mini cabaña & otros temas de disfrute infantil.
De la misma manera que cuando éramos pequeños las tiendas y cabañas nos atraían como las sirenas a los navegantes helenos; Camila y Oliver disfrutaron como enanos en zancos las dos jornadas de cabaña con sus gatos; el paseo a ver las gallinas (Camila se iba sola a verlas, con un breve: me voy a ver mis gallinitas) y todo lo que puede dar de sí una estructura de madera de 20 metros cuadrados.
La niña que ama a los gatos
Hagamos de cuenta que creemos en cosas tan absurdas como exóticas y que Camila, la niña tigre del calendario chino siente una irrefrenable pasión por los primos gatunos, de felina a félidos; de tigra a gato; todo en familia. Los llama, los percibe, les ordena su proximidad y trata de organizar sus comidas y momentos de sueño. Ellos, máss reacios a creer en horóscopos, se inclinan a aceptar sus caricias a cambio de comida; y otros de mimos. Cosas del maullar. Aquí, una mini galería de encuentros y clics con sus colegas en EL GASCÓN; quizás el pueblo más perdido que exista en el universo cacereño.
Los gatos y sus sombras
Mirada de amor
Tu come que yo te abrazo.
Y aquí no hay gatos pero me da igual. Miau.
De puente por las Hurdes y otros relatos desde el fin del mundo
Con cuatro días por delante y muchos por detrás (principalmente en mi caso); nos lanzamos a la carretera con bolsas y cosas en dirección a la región conocida como Las Hurdes, en la provincia de Cáceres. Dos días en Las Mestas y otros dos en Pino Franqueado; siempre a pocos metros de algún arroyo para tirar piedras; y a la busca de gatos y perros para tocar.
Oliver posa con su palo a la entrada del caserío mientras una señora remonta la cuesta con una carretilla por el medio de una carretera tan desierta, que los niños la utilizan para montar partidillos de fútbol de pocos contra pocos. En Las Mestas hay más gatos que niños.
Tras verificar que, efectivamente, las piedras del costado del camino se desmoronan con gran facilidad, continuamos nuestro inofensivo paseo por la carretera más desolada del interior de España sin cruzarnos con ningún vehículo a motor aunque sí con varias lagartijas, abejas y cardos.
Oliver sostiene un helecho con la intención de expatriarlo con destino a Madrid. Marta lo mira; Camila, piensa en sus cosas...
Un maravilloso paseo por un camino acondicionado especialmente para carros y sillas de ruedas; no impidió esto que Camila reclamara upa o cabeza; ni nadie se animó a negarselo.
Cuando Camila echa la cabeza hacia adelante y empieza a correr, directamente me sale el gen de lobo estepario e iría dando tres saltos y la comería de un bocado. Ñam. La pequeña de la familia se lo pasó en grande con sus amados bichos, gatos y piedras para tirar a un río o lago. Y mamá! Que nunca falte mamá!
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