Ayer estuvimos en el zoo de Guadalajara; en un día poco invernal y muy adecuado para airear a los niños. Sabíamos de este sitio por nuestros colegas & vecinos chiquiterri, y la verdad es que vale la pena pasar un rato por allí. Es un zoo de recuperación de fauna para reintroducción en su medio, aunque hay también varios animales que evidentemente pasarán allí el resto de sus existencias. Aparte de posibles reflexiones sobre todo lo anterior, lo cierto es que Camila y Oliver disfrutaron mucho. Camila, al principio con mucho respeto por los pavos reales que se acercaban a pedir comida; pero luego cogió confianza y los atemorizados, me temo, eran ellos.
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