Ayer hizo frío. El sol brillante luchaba contra un aire helado del norte que apenas dio treguas en zonas resguardadas y detrás de alguna cristalera. Finalmente el astro se hundió detrás de unos edificios y echó ese rayo que veis, pintando de naranja la tripa de ese nubarrón púrpura. Así lo vimos, y así lo fotografié desde la ventana de casa.
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