La semana pasada fueron al colegio de Oliver unos policías municipales a dar una clase de educación vial. Al salir, me contaba entusiasmado algunas de las más importantes revelaciones obtenidas: "la cera no se llama cera, se llama acera; y la carretera no se llama carretera, se llama calzada..."
Hace un rato, entré a echar un ojo a la página web del cole y vi que habían colgado varias fotos del evento policial que aquí abajo adjunto. Al parecer Oliver (que se apunta a todo) participó activamente en las representaciones y aunque las imágenes están algo borrosas, son un testimonio inédito de nuestro niño en su vida escolar.
Aquí le vemos con un colega; ambos vestidos con el uniforme del colegio Hogwards cual si fuesen Harry Potter y un compañero.
Con esa sonrisa de alegría e ilusión, camino a ponerse frente a sus compañeros y hacer magia
Aqui, participando en una "fila de indios"; quizás pretendiendo que cruzan una peligrosa calzada
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