El tiempo es inexorable y como sabemos, no se detiene aunque los relojes se descompongan o las pilas se agoten. Así, pasaron 6 meses desde la última vez que Oliver Y claudia compartiron algún momento de esparcimiento. Ayer nos encontramos con la familia Varona en un parque del barrio.
1 comentario:
No tenemos verguenza de estar tan cerca y vernos tan poco...espero que la segudna mirtad del año lo remedie ;)
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