No empezaré la mañana haciendo un discurso sobre la significación de las palabras y sus circunstancias en la frase. Sí diré, que hablando específicamente de lo "casero", y dependiendo de su asociación a distintas disciplinas, puede tomar significado de apetecible calidad o de esperable cutrería. Así, la comida casera es siempre bien aceptada y un vídeo casero es sospechoso desde el vamos, de las más tristes detracciones.
Aburrido, cutre, plomizo, interminable... No es este el caso.
Cada uno de los 4 minutos valen la pena, porque Oliver se encarga de abstraernos del ambiente familiar y los planos mal logrados; la escasa iluminación y la evidente falta de planificación en la realización del videoclip. Lo logra a base de su genuino entusiasmo al bailar; y logra engancharte antes que por belleza propia, por su evidente romance con la música y la danza.
Este vídeo casero es productos de varias actuaciones que Oliver hizo para sus primos, amigos, abuelos, tíos y padres en las últimas dos semanas. Me hubiera gustado contar con mejores medios para editarlo, sobre todo un ordenador más potente, pero la verdad es que las tres horas que me llevó montar todas las piezas, me dejaron más que satisfecho. Ahí queda para la posteridad 2.0 (lo que ésta dure, claro) ; yo guardaré copia en DVD y veremos cuanto tardan en descolgármela de youtube por vulnerar derechos de autor...
1 comentario:
que bueno Víctor.
Este niño tiene carne de estrella del pop...te quitará Youtube el vídeo por el rollo de los derechos de autor :)
Abrazos
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