8 de agosto de 2009
Razones para bailar.
Ayer estábamos en la piscina y Oliver como casi siempre, aprovechaba el espacio y el público cautivo para hacer sus interminables actuaciones (ya provisto de una toalla cual capa, ya cantando o bailando); uno de los vecinos destacó esta actitud, y comentó: "este niño va para artista". Unos segundos después, varios de los presentes (señoras y señores mayores) le decían que les bailara alguna cosa.
Oliver les miro a todos, y les respondió:
_"No, ahora no voy a bailar, no hay aquí ninguna chica que me guste"
Esto lo cuento de segunda mano; Marta fué testigo directo y me dijo que la cara que se les quedó a todos fué lo más gracioso de todo. Lo fuerte es que ese tipo de reflexiones prácticas vienen de su propia autoexploración. Ya tiene claro (¿como puede ser!?) que para seducir a una niña que le gusta tiene que bailar y cantarle. Menos mal que en casa no tenemos MTV; hay que empezar a racionarle los videoclips...
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1 comentario:
Como los notarios, doy fe de que esto ocurrió, pues yo vi y escuché lo que dijo.
Es la leche.
beso de madrex2
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