Ante la evidencia del sol y la quietud del viento que al no serlo, es mera calma; es que decidimos y digo decidimos todos los que viven en madrid salir masivamente a los parques con bicicletas, desfibriladores, perros, niños, sandwiches y cosas del camping en general.
nosotros entramos por las puertas del parque del retiro justo para sentarnos en el graderío y observar la función de títeres, antes de irnos a comer a un restaurante que cuenta con un parque solar o jardin donde hay verde y juegos para niños. Oliver retozó; y la Peka se sumó al plan justo cuando le dábamos de comer pan viejo a las carpas del estanque...
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