Tras este gran concepto de avión y ventanas, quizás sobrepasado por el grosor de la punta de su marcador, Oliver decidió que lo más práctico que podía hacer era dibujar ojos que se asomaran por esas pequeñas ventanas. Lo de adelante es el motor, que dibujó dando vueltas, y lo de la esquina superior derecha es una nube. lamentablemente ya estaba cansado y no quiso pintarlo con acuarelas, pero se lo guardaré para otro día porque me gustaría ver que colores elige para esos ojos que espían desde el objeto volador identificado.
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