Esta tarde Oliver tuvo la oportunidad de enfrentarse con exito a uno de sus temores comprensibles: el toro. Como todo buen español, tiene una relación amor odio con el astado y en esta ocasión, tras estudiar el asunto, decidió montar y domar a la bestia. Ahí, torero... pero nada de matar.
1 comentario:
Efectivamente nos tiramos en el parque tres horas que nos dejaron echos polvo ... Oliver se durmio muy pronto y su madre cayo al poco después en el sillón....donde dormi segun Victor una hora.
Me perdi el enfrentamiento Solbes-expresi Endesa.
En fin ... tampoco pasa nada.
besosos
Publicar un comentario