8 de octubre de 2007

Posted by Picasa

4 comentarios:

Raúl J. Maldonado dijo...

¡Qué caripela! Es indudable que Oliver se ha visto benefiado por la herencia genética materna. Espero que dentro de 40 años -cuando ya se haya hecho cargo de gestionar esta página, pero aparezcamos todos ancianos con cuatro décadas más- siga manteniendo la belleza de hoy, y pueda decir "Si, pues bueno, ese era mi padre a mi edad, y se le notaba lo astragado de sus años de juventud".
Un fuerte abrazo,

Anónimo dijo...

Hola Raúl,

pues no te lo voy a negar que mejora la especie, jeje

Aqui estamos en un bar irlandés viendo un partido del Atleti que perdió...

Oliver y yo nos acercamos a buscar al primo y a Victor. Oliver fue en brazos todo el camino porque estaba destrozado de no dormir la siesta y porque ese domingo estuvo jugando toda la tarde a correr y saltar con su prima Leyre en casa de los Pekos.

Se durmió esa noche a las 8.30.

besos

Anónimo dijo...

Hola Raúl,

pues no te lo voy a negar que mejora la especie, jeje

Aqui estamos en un bar irlandés viendo un partido del Atleti que perdió...

Oliver y yo nos acercamos a buscar al primo y a Victor. Oliver fue en brazos todo el camino porque estaba destrozado de no dormir la siesta y porque ese domingo estuvo jugando toda la tarde a correr y saltar con su prima Leyre en casa de los Pekos.

Se durmió esa noche a las 8.30.

besos

Raúl J. Maldonado dijo...

Hola, Marta. Se le nota lo cansado a Oliver en la foto. Pero "cansado bien" -modismo mutilador del castellano al que somos muy afectos en estos pagos-.
Así y todo, se lo nota tranquilo en brazos de su padre.
¡Debe de haber caído en la cama como una tonelada de ladrillos!
Mando un gran abrazo para vos, otro para Oliver, y uno para tu marido, con quién compartimos, en estos pocos meses, "los 40". Sospecho que los ha tomado a bien, sin las pavadas habituales sobre hacer balances en la vida y demás,