Mucho es lo que obviamente va quedando en el pasado y debemos rescatarlo como recuerdos y fotos que afortunadamente nos los evocan. En este caso se trata de una foto del mes de julio, cuando pasamos unos días en la casa de los Pekos en Tarragona. Allí se entrtuvo mucho con una de sus aficiones artísticas como sin duda lo es la pintura, o la escultura surrealista con plastilina, de lo que ya hablaremos también...
Es impresionante ver como agarra o coge (según quien lea) los lápices, con una técnica absolutamente correcta y que suele llevar de cabeza a muchas maestras de niños que empiezan a escribir. logra por supuesto gran precisión al llevar tan bien los lápices y aunque sus obras no superan la abstracción del garabato, da mucha ternura que siendo tan bebe agarre con tanta maestría un lápiz y me hace preguntar si, en otra vida menos tecnológica, este perrito fué el escriba de algún faraón, o algo parecido. Por cierto, su técnica de escritura y dibujo no fue enseñada por nosotros, se ve que el tipo está muy atento a lo que hacen los papis...
1 comentario:
Je, veo que ya descubrieron las sorpresas que nos da la paternidad: aquellos gestos, formas de trabajar e incluso manierismos que imitan, con gran habilidad, de sus padres.
Después del garabato vendrá el monigote, y después las figuras más complejas, y eventualmente la "era del arte", que durará, bueno, lo que deba durar.
No es necesario que insista en que las producciones de Oliver también tengan su espacio en esta página: Victor debe estar estudiando la mejor luz para fotografiarlas, o escanearlas, o lo que fuere.
Por cierto, tampoco puedo dejar de pensar que las reglas que aplican a los franceses -verbigracia, ir hasta allí a conocer a Oliver- recién ahora son explicitadas.
Las tendré en cuenta ;)
Fdo: El Padrino Porteño, otro francés que aún no conoce a Oliver.
¡Besos y buen fin de semana!
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