Hago esta breve pausa en mi ausencia bloguera para colar esta entrada sin foto ni vídeo pero que merece largamente otra posterior, más documentada. Desde el martes 7 de febrero, Camila es oficialmente un ser bípedo sin asistencia. Esto quiere decir que camina solita y renuncia a manos ajenas que sustenten su equilibrio. Enhorabuena canija!
Por otro lado, tenemos sus avances linguísticos que, al momento incluyen los siguientes fonemas y palabras que iré relatando: mamá, papá, nene, nena, teta, tete (chupete), nam-nam (comida), guagua (agua), guau-guau (perro, y casi todo ser vivo), mimi (gato), pla-pla (pelota), ba-ba-ba (bob esponja), y creo que con eso se arregla. Luego, aunque no pronuncia ni no ni sí, los ejecuta con vehementes pases de cabeza; desde arriba y hacia abajo con fuerza es un si rotundo; luego varía la fuerza de la afirmación en función de si a la vez rema hacia adentro con sus pies. El no gestual es igual a cualquier humano o mono enseñado y finalmente el dedo índice para señalar el objeto deseado. Y tras este breve informe Camiliano me despido hasta pronto; cuando tenga un documento fílmico aceptable de la niña caminando hacia la vida que le espera a algo menos de un metro del suelo.