Tras un año y medio esperando, finalmente se emitió el capítulo de Aguila Roja donde Oliver hace su aparición estelar. A riesgo de atentar contra mi propia imágen confesaré que me puso los ojos brillantes de emoción verle ahí tan en su papel de príncipe con cuatro años y poco. Hoy al levantarle para ir al cole le conté que lo habíamos visto por la tele y que había estado muy bien. Le prometí conseguir esa parte para que la vea y aquí está, para recuerdo en su blog. Un beso de tus mayores admiradores en la tierra: Marta; Camila y yo.
Ah, por cierto, al final no le cortan la cabeza a Nuño, al parecer no había violado a la doncella sino que ésta, tenía amores carnales con un esclavo negro cuyas proporciones y dotes omitiré por cuestiones de moderación acorde al blog de unos niños.
Y por cierto2, aquellos que echen de menos mis habituales contribuciones a la información minifamiliar les digo que la culpa la tienen picasa o blogger, quienes hacen de mis publicaciones un infierno de requisitos y errores fatales imprevistos. Dicho esto, a echar el resto.
